Fue detectada en 2010, la cochinilla mexicana se extendió desde ese momento por prácticamente la totalidad de la Isla de La Palma aniquilando las tuneras.
Es preciso diferenciar esta plaga de la cochinilla mexicana de la grana o cochinilla utilizada tradicionalmente y durante siglos como tinte.
Este insecto ha destruido ya cientos de miles de tuneras y si sigue así, en unas décadas desaparecerán en Canarias. En cuestión de días, las tuneras se ponen negras y mueren.
En Tenerife, apareció por primera vez en diciembre del 2020, en Santa Cruz, en El Tablero, con unos pocos ejemplares, pero hoy se ha propagado de una manera imparable.
Hasta ahora, los ataques de las cochinillas a las chumberas eran locales y de poco alcance. En los últimos años, el problema se ha descontrolado y los efectos de la plaga son en algunas zonas realmente devastadores.
La cochinilla ha pasado en otros tiempos, de ser la primera industria del Archipiélago, a estar al límite de su desaparición junto con las tuneras.