En el acto intervinieron, además de los científicos que presentaron sus resultados y el Director General de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, Ángel Montañés, el vicepresidente de Loro Parque, Christoph Kiessling, los rectores de la Universidad de La Laguna, Francisco García y su homólogo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra.
Este proyecto es el ejemplo de los positivos resultados de una exitosa colaboración entre una entidad pública y otra privada, tal como explicaba Javier Almunia.
"Este proyecto es un buen ejemplo de colaboración entre lo público y lo privado, inédito en otras comunidades autónomas. Tras seis años de trayectoria, hemos dedicado tres millones de euros a investigación de primer nivel."
Tres millones de inversión por la biodiversidad canaria
El importe de la inversión se dedica a la realización de los diferentes estudios que los científicos de Loro Parque y las dos universidades públicas de Canarias desarrollan con el objetivo de conocer la situación de la biodiversidad marina y su nivel de amenaza. CanBio engloba 11 subproyectos centrados en diferentes áreas a través de los cuales se ha desarrollado una red de monitorización del cambio climático, la acidificación oceánica y el ruido marino. Una importantísima recopilación de datos que aporta el conocimiento necesario sobre la biodiversidad marina y terrestre en Canarias y la necesidad de medidas de protección y recuperación.
El objetivo de CanBIO es convertirse en una fuente de datos para los modelos de cambio climático de la región Macaronésica, además de un modelo para la protección de las especies marinas y terrestres en toda la región, ante el inminente cambio global al que nos enfrentamos.
Los alarmantes datos
Uno de los datos más alarmantes de los que se han recopilado en el proyecto y que se presentaron, es la acidificación que el océano canario ha sufrido en los últimos cinco años y que crece dos veces más deprisa que lo que muestran los registros anteriores a 2020. Este incremento supone una gran amenaza para los ecosistemas marinos, especialmente para los organismos con concha y los corales.
El incremento de las temperaturas ha sido otro de los datos constatados, con registros de hasta 27,5 grados en Armeñime, al sur de Tenerife, que confirman que 2023 ha sido un año atípico en cuanto a las olas de calor marinas. Estas temperaturas están ya afectando incluso a los ciclos reproductivos de especies amenazadas de extinción, como los angelotes. En este contexto, los investigadores explicaron cómo, a través de sensores de profundidad, han podido determinar la existencia de zonas en el norte de la isla en donde la corriente fría de Canarias podría permitir una temperatura más baja, ofreciendo a las especies afectadas por el calentamiento del agua, un espacio protegido del calor.
Juan Pedro Díaz, investigador del grupo GOTA (Grupo de Observación de la Tierra y la Atmósfera) de la ULL advertía también de otras implicaciones del calentamiento:
"Se producirá una disminución importantísima de las precipitaciones y la distribución tampoco será uniforme y en zonas de altura el 30% de las lluvias acabarán desapareciendo. Esta información es fundamental para el diseño de planes de conservación o el propio diseño de cultivos".
Manifiesto para proteger la Macaronesia
El acto más relevante de la jornada fue la adhesión de los rectores de la Universidad de La Laguna, Francisco García, y su homólogo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra que mediante un manifiesto conjunto mostraron su compromiso con la protección de la biodiversidad y el medioambiente de las aguas de la Macaronesia.
En esta área, Loro Parque Fundación llevó hasta el Parlamento Europeo en octubre de 2022 la creación de un área protegida en las aguas de la Macaronesia. Un santuario dirigido a proteger especialmente a los cetáceos que transitan por esas aguas. La petición incluye, además, la petición para la extensión de la moratoria del uso del sónar de alta frecuencia que afecta a los cetáceos, especialmente a los Zifios de Cuvier.
El rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra y el rector de la Universidad de La Laguna, Francisco García explicaron también, durante la jornada, la importancia del proyecto y la relevancia de los datos que se están recopilando.
SOBRE CANBIO
CanBIO es un programa de investigación medioambiental financiado en partes iguales por el Gobierno de Canarias y Loro Parque con tres millones de euros que se han invertido, incluyendo este quinto año, para estudiar el cambio climático en el mar, la acidificación oceánica y sus efectos en la biodiversidad marina y terrestre de Canarias. Asimismo, el proyecto colabora con la Fundación para la Ciencia y la Tecnología - Ministerio de Ciencia e Innovación y también son partícipes diferentes grupos de investigación de la Universidad de La Laguna y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, además de otros colectivos de voluntariado ambiental.
La actividad inició en 2019 y el objetivo final es establecer una red de monitorización de parámetros vinculados al cambio climático, la acidificación oceánica, la contaminación acústica submarina y las relaciones de todas ellas con la biodiversidad marina y terrestre de Canarias.
Los subproyectos que forman CanBIO son: BuoyPAM, MacPAM, CanOA, BioACU, BioMAR, BioTER, SonMAR y BioModClim.