
Según ha comunicado Ryanair, a partir de esa fecha solo se aceptarán tarjetas de embarque digitales, lo que obligará a los usuarios a llevar el billete descargado en su dispositivo móvil. La segunda gran modificación tiene que ver con el tamaño del equipaje de mano gratuito, que no podrá exceder los 40 x 20 x 25 centímetros. Cualquier maleta que supere estas medidas se enfrentará a un recargo que pasa de los 60 a los 70 euros por trayecto.
Estas actualizaciones forman parte de una tendencia habitual en las aerolíneas low cost, que ajustan periódicamente sus políticas operativas para optimizar costes y generar ingresos adicionales. Ryanair, en este caso, busca reforzar su modelo de negocio limitando ciertos servicios gratuitos y promoviendo la contratación anticipada de extras como el Embarque Prioritario, que permite llevar una segunda pieza de equipaje, pero solo si se reserva con antelación.
La decisión convierte a Ryanair en una de las compañías más estrictas en cuanto al equipaje de mano gratuito. Frente a aerolíneas tradicionales como Iberia o Air Europa, que permiten maletas de hasta 55 x 40 x 20 cm sin coste extra, las compañías de bajo coste como Ryanair o Vueling han endurecido sus condiciones, obligando a muchos pasajeros a revisar sus opciones a la hora de planificar sus desplazamientos.
Ryanair recuerda que desconocer estas normas podría acarrear sobrecostes de hasta 100 euros o incluso la pérdida del vuelo, por lo que recomienda revisar detenidamente la normativa antes de volar. Estas diferencias entre compañías en relación al equipaje son cada vez más relevantes a la hora de comparar el coste real de un billete, ya que los servicios adicionales pueden marcar una diferencia notable en el precio final del viaje.