_ Háblenos de la estrategia que persigue los actos conmemorando San Juan de la Rambla como municipio, programación repartida entre 2021 y 2025. El ya inaugurado Primer centenario y que está ya en la, digamos, página 3 de su programación bajo el título "la multiculturalidad".
La extensa programación no sólo conmemora el centenario del hito cumbre de nuestro municipio al ser declarado Villa por el rey Alfonso XII en agosto de 1925, sino que también sirve como paraguas para poner en valor todos aquellos elementos que caracterizan a la vida ramblera y a sus vecinos y vecinas. Ha sido planteada cuidado cada detalle para que cada año que resta hasta 1925 sea dedicado a un aspecto transcendental de nuestra historia. Este año haremos hincapié en el carácter multicultural y toletante de nuestra gente, buscando vincular cada estrato de población para que se identifique con lo que estamos contando y planteando. Por delante queda casi un centenar de acciones ejecutadas de manera transversal por todas las áreas y con la colaboración de colectivos, asociaciones y personalidades destacadas. Nuestro Centenario no es una programación del Ayuntamiento, es una programación creada por el municipio entero.
_ El patrimonio histórico y rural de San Juan de la Rambla se ha fortalecido en estos últimos cuatro años con acciones innovadoras. Hagamos un breve balance de este mandato en esta materia.
Antes de hacer balance, debemos recordar que mi mandato es sumamente singular pues tomé la Alcaldía hace apenas dos años. Pero eso no significa que no se haya trabajado de manera concienzuda para proteger, fomentar y exportar nuestro Patrimonio, tanto siguiendo las acciones iniciadas por la anterior alcaldesa Fidela Velázquez como las surgidas desde mi Alcaldía. Entre todas debemos destacar la adquisición de la Casona Delgado Oramas y la dotación de casi dos millones de euros para que este inmueble del siglo XVIII no caiga en la ruina y se convierta en el primer hotel escuela de la Villa, o la restauración total de la Casa Grande de Las Rosas, evitando que uno de los últimos ejemplos de arquitectura doméstica del XVIII se perdiera. Realizadas quedan trabajos de mejora, conservación y restauración de edificios públicos, la recuperación del Mirador del Mazapé reconvertido en Albergue para senderistas o el proyecto para que la unitaria de San José sea convertido en un vivero de empresas. En cuanto al patrimonio inmaterial, debemos recordar actos como el Mercado Barroco de Canarias o el Certamen de Folías, que buscan poner en valor el arte y la cultura generada desde dentro de nuestras fronteras.
_ Las nuevas generaciones, ¿se implican en los actos culturales del municipio?
Tenemos la gran fortuna de ser un municipio con muchos colectivos y asociacinones. No en vano somos de los pocos que cuentan con dos bandas de música y su respectiva cantera en sus escuelas. Asimismo, somos un pueblo de gente participativa y colaboradora, así que la respuesta es un sí rotundo. Esto no quiere decir que no sigamos trabajando para crear actividades que sean del gusto mayoritario, siempre planteando a través de la escucha activa, que es la clave del éxito y la participación.
_ ¿En qué puntos se ha trabajado en el municipio para darle importancia al mar y reconocer su relevante papel?
San Juan de la Rambla no se entiende sin su estrecha relación con el mar. A pesar de no contar con una costa extensa, sí que tenemos la suerte de tener zonas de baño de especial importancia y belleza. La principal muestra es nuestro Charco de La Laja, elegido casi todos los años como la mejor piscina natural, ya no sólo de la isla, sino del resto del país. Esto nos enorgullece además de posicionarnos en el mapa turístico casi sin pretenderlo. Por otro lado está la costa de Las Aguas. Somos totalmente conscientes del grano negro que supone el viejo edificio ruinoso de la que fue piscina municipal. Por ello anunciamos hace poco que Costas licitó la primera fase del proyecto de mejora integral de nuestro literal. Este consiste en la eliminación de la citada infraestructura. Una vez realizado esto, podremos dotar de un nuevo aspecto y vida a la zona, famosa, por cierto, por su excelente restauración. Debemos añadir, igualmente, que tenemos un fondo marino de especial belleza y valorado por los amantes del buceo. No en vano fue declarada desde septiembre de 2011 como Zona Especial de Conservación (ZEC), figura contenida en la Red Natura 2000.
_ Si usted tuviese que resumir un paseo de un día por San Juan de la Rambla, ¿Cuál sería el recorrido principal?
San Juan de la Rambla merece ser visitado de cumbre a costa, o de costa a cumbre. Las dosopciones son válidas para una experiencia inolvidable, tanto para quien nos visita por primera vez como para quien repite. Visita obligada es el barrio de La Rambla, que nos sumerge en un pueblito costero de otra época lleno de Luz y Serenidad, nuestro lema. Luego, si la climatología no es adversa, pasar la mañana en el Charco de La Laja es buena opción, luego desayunar o tomar el aperitivo en alguna de las terrazas y cafeterías del Casco Histórico como excusa para luego dar un paseo por sus calles es buena elección. Poseemos uno de los cascos más bonitos y mejor conservados de Norte. Luego podría visitar la principal zona comercial en San José, pues los productos que ofrecen nuestros comercios son excelentes. Seguiría por La Vera para conocer de primera mano por qué la llaman la despensa de la Villa, con sus extensos terrenos de cultivo. Compraría productos de temporada en la Cooperativa de Medianías y aprovecharía para pasear por Las Rosas y hacer alguno de nuestros senderos, que invitan a un viaje por los sentidos.
_ ¿Cuáles son las recomendaciones principales que hace a los turistas que visiten San Juan de la Rambla?
La principal es que San Juan de la Rambla no deber ser visitada con prisa. San Juan de la Rambla se disfruta. Es la única manera de descubrir por qué somos la Villa de Luz y Serenidad. Una vez tenido claro que lo que va a encontrar es tranquilidad, paz y sosiego, cualquier rincón es válido para visitar. Eso sí, nadie debe irse sin contemplar nuestros paisajes, probar nuestra gastronomía, visitar nuestros comercios y por encima de todas las cosas, tratar con nuestra gente, que es nuestro principal valor turístico. El apelativo de municipio amable, es justo por eso.
