Un Puente que te dejará sin aliento
Al llegar a Ronda, lo primero que verás es el impresionante Puente Nuevo. Aunque su nombre pueda resultar un poco engañoso, ya que fue inaugurado en 1793, es, sin duda, la joya de la ciudad. Con una altura de 98 metros, te hará sentir minúsculo. Las vistas son tan sobrecogedoras que no se las recomiendo a aquellos que temen a las alturas, ya que la sensación de mirar al vacío es aún más intensa. Pero no te preocupes, ese pequeño miedo es parte de la experiencia. Tómate un momento para observar la arquitectura neoclásica del puente y disfrutar de las impresionantes vistas de los alrededores.
Ronda: La cuna del toreo
Ronda no es solo famosa por su puente; también es la cuna de la tauromaquia moderna. La Plaza de Toros de Ronda, inaugurada en 1785, es una de las más antiguas de España y tiene una forma octogonal, lo cual es un dato curioso si consideramos que la mayoría de las plazas de toros son redondas. ¿Quizás el arquitecto pensó que a los toros les gustaría la variedad?
Los amantes de la fiesta brava pueden disfrutar de visitas guiadas por la plaza y el museo. Pero, si no eres fanático de los toros, no te preocupes, también puedes deleitarte de una buena copa de vino mientras observas cómo otros se ponen nerviosos ante la idea de estar tan cerca de un animal de más de 500 kilos.
El encanto de la Ciudad Vieja
Al pasear por las encantadoras calles de la ciudad vieja de Ronda, te sentirás como si hubieras sido transportado a Roma. Las callejuelas empedradas, con su irregularidad cautivadora, y las casas encaladas adornadas con flores de colores te invitan a perderte en su laberinto, a descubrir secretos ocultos y a dejar que la curiosidad te guíe. Aquí, el aire está impregnado de historia y el eco de risas, donde las anécdotas fluyen casi tan libremente como el vino de la región.
Cuando tuve la oportunidad de pasear y sentarme en un “barito” de la ciudad, me encontré con un hombre nacido y criado allí, quien me contó una leyenda local. Con una sonrisa pícara, tan característica de los andaluces, me reveló que el gran secreto de Ronda radicaba en su vino, elaborado con uvas doradas, únicas en la región. Aseguró que solo quedaban 2 o 3 plantaciones de estas codiciadas uvas que daban vida a este exquisito elixir. Por un momento, pensé que había tropezado con el secreto más antiguo y mejor guardado de Ronda. Pero, claro...
Perderse en la ciudad vieja es más que un simple paseo; es una invitación a descubrir la esencia de Ronda y, más allá de la cultura andaluza, también se siente el auténtico patriotismo español en cada rincón de esta ciudad.
Naturaleza en su máxima expresión
Si eres amante de la naturaleza, Ronda no te decepcionará. El entorno natural es simplemente impresionante. Desde el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, a solo unos minutos en coche, hasta los hermosos miradores, Ronda es un paraíso para los excursionistas y para los “instagramers”; aquí vas a captar la foto más espectacular de tu Instagram, paisajes brutales y únicos.
Y si decides aventurarte en el senderismo, prepárate para ver a los lugareños haciendo el mismo recorrido, pero con una mano ocupada sosteniendo un buen trozo de jamón serrano y en la otra con un vaso de vino. Es la forma andaluza de hacer ejercicio: ¡echarse algo a la boca mientras te haces el caminito!
La historia detrás de las piedras
Uno de los lugares más emblemáticos de Ronda es el Palacio de Mondragón, un antiguo palacio árabe que se remonta al siglo XIII. Originalmente construido como residencia de los gobernantes árabes de la ciudad, el palacio refleja la rica herencia arquitectónica y cultural de la época islámica en Andalucía. En la actualidad, alberga el Museo de Ronda, donde podrás explorar la fascinante historia de la ciudad y su evolución desde una villa árabe hasta convertirse en un popular destino turístico.
El museo ofrece una amplia variedad de exposiciones que abarcan desde la época prehistórica hasta la actualidad, destacando la influencia de las diversas culturas que han dejado su huella en Ronda. Aquí aprenderás sobre la vida cotidiana de los antiguos rondeños, así como sobre la importancia estratégica de la ciudad a lo largo de los siglos.
Pero la verdadera joya de este palacio es su jardín. Con vistas espectaculares al desfiladero, es el lugar perfecto para tomar fotografías que capturan RONDA. Entre la vegetación exuberante y el canto de los pájaros, te sentirás en un lugar de calma. Solo asegúrate de que no te caiga un marrón en la cabeza mientras te haces una foto y ¡si!, esto es real, por suerte no me paso a mí, pero lo presencie; a una pobre chica, que le estaba tomando fotos su pareja le sucedió esto y la verdad que cuando le pasa a otro es inevitable no reírse.
Gastronomía que te hará lamerte los dedos
La gastronomía de Ronda es otro de sus grandes atractivos, un verdadero festín para los sentidos. Desde el exquisito jamón ibérico hasta los vinos de la región, cada bocado es una celebración de los sabores andaluces. Te recomendaría probar las tapas en alguno de los bares locales. En particular, hay un restaurante situado justo debajo del puente, que ofrece vistas impresionantes al abismo. Sin embargo, debo advertirte de antemano: la experiencia puede resultar un poco agridulce. Este lugar es un restaurante turístico en toda regla, lo que significa que, aunque el ambiente es espectacular, la comida puede no estar a la altura y los precios te darán un buen golpe en el bolsillo. Pero cuando estés allí, te darás cuenta de que la comida pasa a un segundo plano; las vistas son realmente increíbles y valen la pena.
El cielo de Ronda: La experiencia astronómica
¿Sabías que Ronda también es un lugar singular para la observación de estrellas? Con sus cielos despejados y su baja contaminación lumínica, es el destino perfecto para los amantes de la astronomía, de hecho, en su diario local, cuentan con un apartado de astronomía, donde recopilan y cuentan información muy interesante de constelaciones, estrellas, eclipses etc.… además de ser sumamente detallada y útil para aquellos que les apasione esta afición.
Las Fiestas de Ronda: Celebraciones con alma
Uno de los eventos más esperados es la Feria y Fiestas de Pedro Romero, que se celebra a finales de agosto y principios de septiembre. Rinde homenaje a Pedro Romero, un icónico torero nacido en Ronda, y es famosa por su Corrida Goyesca, en la que los toreros se visten con trajes que evocan los tiempos de Francisco de Goya. La Plaza de Toros de Ronda, una de las más antiguas y majestuosas del país, se llena de vida con este evento que atrae tanto a rondeños como a visitantes. La feria no se limita solo a los toros; las calles se llenan de música, baile, casetas y actividades para todas las edades, haciendo de esta fiesta una auténtica explosión de alegría.
Otra de las celebraciones tradicionales es la Romería de la Virgen de la Cabeza, que tiene lugar en mayo. Los rondeños se congregan para llevar a la Virgen en procesión desde la ciudad hasta su ermita, ubicada en el Parque Natural de la Sierra de las Nieves, rodeada de naturaleza. La romería es una muestra del profundo arraigo religioso y de comunidad que existe en Ronda.
También es importante mencionar la Semana Santa, que es de gran importancia tanto para locales como para visitantes. Durante esta semana, las calles de la ciudad se transforman con solemnes procesiones, con imágenes religiosas que han sido veneradas durante siglos, acompañadas por música sacra y un ambiente de recogimiento que contrasta con el bullicio de otras festividades.
Actividades al aire libre
Ronda es un destino ideal para los amantes de la aventura y el aire libre. Desde el senderismo hasta la escalada, hay algo para cada tipo de viajero. Si decides hacer senderismo por la Ruta de los Acantilados, prepárate para unas vistas espectaculares que te dejarán sin aliento. Pero recuerda: si estás en forma, disfrutarás; si no, tal vez quieras considerar el “senderismo en la terraza”, que es donde los lugareños se sientan con una cañita bien fría a admirar las vistas sin sudar.
Aventura en el Desfiladero del Tajo
El desfiladero del Tajo no solo es impresionante desde el Puente Nuevo; también puedes explorar sus senderos y disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Hay rutas que te llevarán por senderos ocultos y miradores únicos. En el camino, no te sorprendas si encuentras a un grupo de excursionistas parando a hacer una pausa para disfrutar de una tapa y un buen vino. “¿Senderismo? ¡Lo llamamos ‘tapeo en movimiento’!” dirán con una sonrisa.
Si eres un amante de la adrenalina, Ronda también es conocida por actividades como el barranquismo. Imagina deslizarte por ríos, cascadas y saltar desde acantilados mientras gritas “¡Soy un pez!” al mismo tiempo. Es la forma perfecta de sentirte vivo, y, si tienes suerte, quizás puedas hacer amigos con algunos pescadores locales que, al ver tu entusiasmo, se preguntarán: “¿Este chico está loco o solo es un turista?”
Si prefieres los animales podrás visitar el Reservatauro una excelente opción. Esta finca ganadera ubicada a pocos kilómetros de la ciudad te permite adentrarte en el mundo del toro bravo y los caballos en su hábitat natural. Podrás aprender sobre la crianza de estos animales emblemáticos, la vida en el campo andaluz, y presenciar de primera mano la conexión entre tradición y naturaleza.
Un recorrido por los alrededores
No puedes dejar Ronda sin explorar los alrededores. Desde las Cuevas de la Pileta, donde se han encontrado pinturas rupestres, hasta el pintoresco pueblo de Setenil de las Bodegas, donde las casas están construidas bajo enormes rocas. Hay mucho que descubrir.
Setenil es un lugar único. Y si decides pasar allí un día, asegúrate de probar su famosa torta de aceite. Si no lo haces, los lugareños podrían mirarte con la misma incredulidad que si hubieras dicho que prefieres el agua a la sangría.
Un adiós a los toros
Al final de tu visita a Ronda, te irás con recuerdos inolvidables y, probablemente, con un par de anécdotas que contar a tus amigos. Desde el Puente Nuevo hasta la gastronomía local, cada rincón de esta ciudad tiene algo que ofrecer. Y si tienes suerte, quizás incluso consigas un poco de vino de oro.
Ronda no es solo una ciudad; es una experiencia llena de sonrisas, historia, buena cocina y vistas espectaculares. Así que, la próxima vez que necesites una escapada, considera esta joya andaluza. ¡Prometo que no te arrepentirás!