Hemos seleccionado algunas propuestas nada convencionales para descubrir un Egipto que está ahí, aunque poca gente lo conozca. Naturalmente, el Egipto de siempre también está ahí y hay que conocerlo, pero hemos buscado algo no tan evidente, especialmente en El Cairo donde muchos se limitan a las espectaculares pirámides y Esfinge, el bazar de Khan Al-Khalili, alguna mezquita y una cena buffet por el Nilo. Aquí descubrimos algunos planes distintos, con la originalidad y el lujo como protagonistas.
Dormir y mucho más en el mejor hotel de la ciudad: Four Seasons Nile Plaza
Ya que hablamos de lujo, lo primero es elegir el mejor hotel. En el corazón de El Cairo, a orillas del río Nilo, el Four Seasons Hotel El Cairo abre la puerta al descubrimiento de los antiguos misterios de Egipto de 5.000 años de antigüedad. Si se supera la tentación de quedarse a disfrutar del lujo y los servicios de este hotel, a poca distancia se pueden explorar las majestuosas pirámides, el mercado de mil años de antigüedad, la ciudadela del siglo XII y el museo del antiguo Egipto. Pero más tarde, se puede experimentar la impresionante puesta de sol de El Cairo desde el Nilo en una faluca tradicional, cenar en alguno de los nueve buenos restaurantes del hotel, revivir los secretos de belleza de los faraones en su fabuloso Spa o, para los más selectos, realizar un recorrido artístico para ver la colección de obras de arte locales contemporáneas que llena sus salones. Y, si se tienen dudas, lo mejor es consultar al conserje que recomendará lo más adecuado para seguir explorando el lujo de la capital cairota. Los precios del Four Seasons están a juego con su lujo. Las estupendas 269 habitaciones cuestan a partir de 398 euros y llegan hasta 997, aunque hay algunas suites más caras. Eso, sí, se incluye el espectacular desayuno en el restaurante Zitouni. Los domingos se ofrece un grandioso brunch con casi un centenar de platos hasta las 6 de la tarde.
Un aperitivo faraónico con tapas egipcias
Por supuesto, visitar las pirámides es obligado. Son la única de las siete maravillas del mundo antiguo que sigue en pie. Pero su belleza está en el exterior, no vale la pena introducirse en ninguna de ellas, pasando un mal rato agachado para llegar a una sala prácticamente vacía. Tampoco los habituales paseos en camello que están prohibidos en las cercanías, y menos los recorridos en karts por las dunas. Mucho mejor disfrutar de las vistas de forma placentera. En este caso, el lujo no es precio, sino el lugar. Tomar algo contemplando las majestuosas pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos, solo se podía hacer montando un pic-nic en la arena del desierto, si te lo permitían. Desde hace poco funciona el restaurante 9 Pyramids Lounge (la cifra hace referencia al número de deidades a las que se rendía culto en Heliópolis y también a las 9 pirámides que hay en Giza), con casi 1.500 metros cuadrados, que ofrece la posibilidad de probar la gastronomía local frente a los gigantescos monumentos. El restaurante tiene cinco ambientes, interiores y exteriores, en una ligera estructura de madera que trata de aliviar el impacto sobre un entorno que es Patrimonio Mundial de la Unesco. De hecho, ha merecido el aval del prestigioso y exigente egiptólogo Zahi Hawass, ex ministro de Antigüedades: “Es una buena idea y un buen lugar para visitar. Que los turistas vengan y disfruten de una comida a la sombra de las pirámides”, ha comentado. “No es una estructura fija y eso permite que no impacte en el monumento”. Abre desde las 9 de la mañana hasta las 4 de la madrugada y se puede tomar lo que apetezca sentado bajo una pérgola, a lo occidental, o tumbado sobre unos cojines, al estilo local. Imprescindible hacer reserva para recibir el código QR para el guardia de seguridad antes de llegar al lugar. Se pueden tomar tapas egipcias, platos contundentes o un menú completo. También el desayuno egipcio, que consta de huevos al gusto, habas, falafel, queso feta, ensalada de tahina, pepino, tomates, aceitunas negras, limón, pan egipcio, media pieza de feteer servido con queso, miel y té o café. Cuesta 175 libras egipcias (unos 3 euros y medio), una parrilla combinada cuesta 5 euros y una Coca Cola, 60 céntimos. Las vistas son gratis.
Spa y masaje en pareja al estilo egipcio en un hammam de lujo
Cualquiera que viaje a un país árabe sabe que una visita a un hammam, baño o spa forma parte de la inmersión cultural que hace durante su estancia allí. En Egipto no podía ser menos, y en El Cairo existen varios buenos lugares donde poder adentrarse en esta experiencia oriental. Los hammam son los baños árabes, lugares de encuentro de las sociedades islámicas que servían para la relajación, las relaciones sociales y, cómo no, para purificarse. Uno de los mejores y más lujosos es el NEV Spa & Wellness, un refugio para la mente, el cuerpo y el alma, un modernísimo spa que alberga jacuzzis, hammam, sauna y salas de terapia de flotación con sales de Epsom para lograr la máxima relajación. También ofrece masajes, sesiones en pareja, así como yoga y meditación para una experiencia completa. Propone una amplia gama de tratamientos de spa personalizados y programas holísticos en un ambiente sereno y relajante para una relajación máxima. Tiene diferentes paquetes especializados, incluyendo alguno para despedida de soltera o cumpleaños. También varios para parejas que incluyen, por ejemplo, Baño Marroquí (100 min), Masaje Corporal (100 min), Tratamiento facial radiante iluminador, y Tratamiento facial para el cuidado de la piel de hombres (100 min). El precio es 8.470 libras egipcias (unos 165 euros). Está ubicado en el Cairo Festival City Mall, en el distrito de Nuevo Cairo.
Compartir la cena con la Esfinge en tu jaima privada
Al caer la noche la zona de las pirámides y la Esfinge cobra un aire misterioso y seductor. Vale la pena contemplar el espectáculo de luz y sonido que se proyecta sobre ellas y que dura una hora con versión en español, según los días. Las proyecciones hacen un repaso por la historia de este yacimiento, declarado Patrimonio de la Humanidad. La música contribuye a crear un ambiente único que te sumergirá de lleno en la época de los grandes faraones del Antiguo Egipto. Aunque las entradas al espectáculo cuestan alrededor de 10 euros, hay varias agencias que incluyen la recogida y regreso a los hoteles por unos 48 euros. Pero los que busquen completar la noche en plan lujoso, deben animarse a disfrutar de una magnífica cena privada al estilo local en una jaima especialmente construida. La propuesta es también del Four Seasons y un chef privado y un equipo culinario del hotel satisfarán sus mayores deseos, desde un opulento menú de temática oriental hasta cocina internacional, además de acceso a bebidas suaves y auténticas egipcias locales en todo momento. Mientras tanto, las melodías de ambiente en vivo brindarán una serenata con algunas de las mejores obras musicales del mundo oriental. La noche continúa con un espectáculo privado de los derviches de Tanoura (baile folclórico egipcio que fusiona arte, religión y filosofía) al ritmo de instrumentos tradicionales como los rababas, el mizmar, el sagat, pero también el laúd faraónico y los universales tamboriles, para completar una extravagante y exclusiva velada al estilo verdaderamente egipcio.
Conocer el nuevo Gran Museo Egipcio aunque esté cerrado
Desde hace casi 20 años se espera la apertura del Gran Museo Egipcio (GEM) que acogerá los maravillosos tesoros del viejo Museo Egipcio, con Tutankamón como principal atracción y con una inversión de más de mil millones de euros. Pero de momento hay que seguir esperando. Sin embargo, el complejo GEM ofrece ahora visitas limitadas para comprobar la preparación del lugar y la experiencia de los visitantes antes de la inauguración oficial. El acceso está limitado actualmente al Gran Salón, la Gran Escalera, el área comercial y los jardines exteriores. Todos los demás espacios interiores, incluido el acceso a las galerías y colecciones, están restringidos hasta la inauguración oficial. En todo caso, se puede disfrutar de las vistas panorámicas y apreciar la belleza arquitectónica del edificio, y en la zona comercial, se pueden comprar recuerdos y disfrutar de un desayuno rápido o un café en una de las cafeterías. En el Gran Hall, la entrada principal del museo se puede admirar la grandeza del vestíbulo y observar las exposiciones informativas que ofrecen una visión general de la historia y la importancia del museo y participar en las actividades interactivas o presentaciones disponibles en el Gran Salón para mejorar tu comprensión del rico patrimonio cultural de Egipto. Varias agencias proponen esta visita guiada con recogida en el hotel. La de Get Your Guide cuesta 96 euros.
Vivir El Cairo más auténtico y sin turistas
Pasear por el Viejo Cairo es una experiencia única que no puede faltar, ya que es el barrio con más encanto de la capital egipcia. No es casualidad que la UNESCO lo haya incluido en su lista de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad en 1979. Aún hoy conserva todo el encanto del desorden y las calles estrechas empedradas como si no hubiera pasado el tiempo. Visitar el Cairo Antiguo será un viaje al pasado, una aventura medieval llena vida para disfrutar con calma, sin prisas y en un paseo distendido y relajado, con todos los sentidos dispuestos a captar cada detalle de este rincón único en el mundo. Las mezquitas, templos y monumentos islámicos más importantes de la capital se encuentran en El Cairo Antiguo. Puntos esenciales de la visita son el Bazar Jan el-Jalili, cuyos orígenes se remontan a 1382, el callejón Midaq. que inspiró la novela “El callejón de los milagros” del Nobel Naguib Mahfuz (por cierto, visitar su museo es una excelente opción), la Ciudadela de Saladino, un conjunto de palacios, museos y mezquitas, entre las que destaca la mezquita de Ibn Tulun... y más lugares interesantes. Pero lo que puede considerarse un auténtico lujo es recorrer con calma la calle Al-Muizz (su nombre completo es Al-Muizz Al-Deen Allah), una de las más bonitas del mundo que conviene recorrerla por la tarde, una o dos horas antes de caer el sol y disfrutar del barrio mientras se hace de noche. Tiene alrededor de un kilómetro de longitud y representa realmente la historia, la cultura y la idiosincrasia del pueblo tradicional cairota y está cuajada de monumentos. Hay varias mezquitas, madrasas, las antiguas escuelas coránicas donde se estudiaba el islam, un par de hammams o baños árabes de la época, varios palacios... El broche final es la mezquita de Al-hakim, completamente blanca de mármol reluciente.
Comer en Abou El Sid, el más singular restaurante de cocina egipcia
El Cairo tiene algunos de los restaurantes más increíbles del mundo. Abou El Sid es uno de los restaurantes más famosos y populares de Egipto, que sirve auténtica cocina egipcia en un ambiente acogedor y elegante. La fama de Abou El Sid como icono cultural no sólo se debe a su cautivadora decoración, sino también a su insistencia en preservar fielmente los métodos y recetas de cocina tradicional. El restaurante se ha convertido en una visita obligada para aquellos que buscan experimentar el rico tapiz de la cocina egipcia. Tiene varias sucursales en El Cairo y Alejandría, pero el original se encuentra en Zamalek, una elegante isla en el Nilo. Cada espacio dentro del local evoca una atmósfera con cierto ambiente retro, que recuerda a una época pasada, con muebles antiguos y fotografías históricas que recubren las paredes. El ambiente clásico tiene como objetivo hacer que los comensales se sientan transportados al Egipto de principios del siglo XX. Aquí se puede disfrutar de su selección de mezzes, tajines y postres y también de platos clásicos como molokhia (una sopa verde hecha con hojas de yute), koshary (una mezcla de arroz, pasta, lentejas y salsa de tomate), fatta (un pastel de pan con carne y salsa de ajo) y tagen (un guiso de olla de barro con carne o verduras). Uno de sus platos estrella es el pollo circasiano en salsa de nueces. La salsa picante de nueces aporta la cantidad perfecta de sabor cremoso sin resultar abrumadora y el pollo es tierno y delicado. Una montaña de arroz complementa el plato y, a pesar de que todo parece del mismo color, aporta una gran cantidad de sabores y especias vivaces. No hay que olvidar probar su postre insignia, om ali (un pudín de pan con nueces y crema), y acompáñalo con té de menta o jugo de hibisco.
Ir de compras exclusivas en Citystars Heliópolis, 750 tiendas para elegir
Ir de compras en El Cairo es, sin duda, uno de los grandes placeres inevitables para cualquier viajero. Naturalmente, no puede faltar la visita, un tanto agobiante, al bazar Khan Al-Khalili que desde el siglo XIV, el período mameluco, sigue ofreciendo artesanía, souvenirs, antigüedades, joyas, alfombras, comida..., aunque también las inevitables imitaciones de marcas, falsificaciones e intentos de timos. Ni tampoco acercarse al popular café El Fishawi, o Café de los Espejos, uno de los más famosos de El Cairo, que abrió sus puertas en 1769 y no cierra las 24 horas del día. Pero no es el único mercado de este tipo, también Al Khyiamia, especializado en alfombras, tapices y demás productos textiles de calidad y a buen precio, así como tiendas de campaña. Suuq el Ataba, con ambiente de bullicio y caos donde se puede encontrar cualquier cosa, desde ropa y artesanía, hasta antigüedades y joyería. En el Barrio Copto de El Cairo se encuentra el mercado de Souk al Fustat. Pese a estar en la zona más antigua de la capital egipcia, fue fundado en 2002 en un edificio de estilo islámico fatimí, con un techo cubierto de cúpulas. Pero, además de esas compras más o menos típicas, El Cairo, que es una de las metrópolis más modernas, progresistas y cosmopolitas de África se ha dejado seducir por lugares como City Stars. En este elegante centro comercial se pueden encontrar más de 750 tiendas, incluidas las marcas internacionales más conocidas y no menos de 40 restaurantes. También se puede ver una película en distintos idiomas en alguna de las 22 salas y pantallas o disfrutar de una descarga de adrenalina en un parque de atracciones.
Descubrir el Valle de los Reyes desde el aire y en tierra
Buena parte del encanto del Valle de los Reyes está bajo tierra, en las tumbas reales de esta necrópolis. Pero otra parte importante de su belleza está en el exterior y se puede admirar desde lo alto, en un globo aerostático. Estos paseos permiten entender la orografía de este lugar único, que eligieron los faraones del Imperio Nuevo por la paz y la seguridad que les brindaba de cara a la vida eterna en el más allá. El Valle de los Reyes y los templos de Karnak y Luxor son de los pocos lugares de Egipto donde están permitidos estos vuelos, no así, por ejemplo, en las pirámides o el Sinaí. Luxor, construida tras la conquista árabe sobre los restos de la antigua Tebas, lo tiene todo para poder practicar esta actividad. Los globos aerostáticos suelen despegar del oeste de la ciudad, donde los espacios son amplios y abiertos y, sobre todo, donde se encuentra el Valle de los Reyes y su entorno de colinas escarpadas con restos de monumentos de época faraónica. Para los que quieren aprovechar el tiempo o no lo tienen sobrado, hay una fórmula para conocer lo mejor de este lugar por tierra y aire, saliendo desde El Cairo en solo día y medio. La propuesta de GetYourGuide incluye recogida en el hotel de El Cairo a las 16:00 traslado al aeropuerto y vuelo privado de una hora hasta Luxor, traslado a un hotel para relajarse hasta que llegue el delegado del globo aerostático sobre las 4:00 a 4:30 A.M. Tras la recogida para el globo aerostático, se disfruta de un inolvidable vuelo en globo de 45-80 minutos a más de 450 metros de altura con los mejores pilotos y los más altos niveles de seguridad. Observarás los lugares históricos desde el cielo. Tras el aterrizaje, se hace un rápido recorrido por los principales atractivos de la zona: Valle de los Reyes, Templo Mortuorio de la Reina Hatshepsut, Templo funerario de Ramsés III, uno de los monumentos religiosos más importantes de la ciudad, Colosos de Memnón... Luego se navega por el río Nilo en un barco de vela tradicional de tipo feluca para descubrir la belleza de Luxor, donde se visita el Templo de Karnak, dedicado al dios Amón, su esposa Mut y su hijo Khonsu. A continuación, se pasa al templo de Luxor. Al terminar, traslado al aeropuerto internacional de Luxor para tomar el vuelo de una hora a El Cairo y regreso al hotel. El precio de esta experiencia es de 439,70 euros por persona.
Navegar el Nilo como lo hizo Agatha Christie
Un pequeño crucero por el Nilo de tres o cuatro días, generalmente de Asuán a Luxor, o viceversa, es imprescindible en cualquier viaje a Egipto. Hay cientos de propuestas y barcos distintos, casi todos de gran tamaño, con 4 o 5 cubiertas y entre 150 y 200 pasajeros. Eso sí, tienen muchas comodidades: piscina, terraza-solarium en la cubierta superior, restaurante, bar, discoteca, sala de masajes.... Pero si se prefiere viajar a un ritmo más suave, pasar más tiempo en el río y ver más lugares de interés en el camino, lo ideal es un dahabiya, como los que opera Nour el Nil Con su gran cubierta superior protegida con lonas, ??camarotes en suite y salón en la planta baja, estos son los barcos por el Nilo que transportaban a los turistas importantes en el siglo XIX. Los más grandes tienen espacio para no más de 20 personas. Las dahabiyas se inspiran en los primeros barcos de viajeros que surcaron las aguas del Nilo para que exploraran confortablemente los restos arqueológicos en el Alto y Medio Egipto, los primeros egiptólogos. En uno de este tipo debieron navegar viajeros sofisticados como Agatha Christie y Pierre Loti, así como la aristocracia egipcia y europea. El Nilo a vela en un crucero íntimo, romántico y con estilo. Los dahabiyas se mueven lentamente, suelen pasar hasta siete días de viaje, pueden amarrar en lugares donde los cruceros más grandes no pueden hacerlo y pueden transitar fácilmente por los lugares estrechos. El crucero es un auténtico lujo y el precio está a juego, desde 1.800 euros por persona, pero puede llegar a los 6.000.
Visita al Desierto Blanco y al Oasis de Bahariya
Aunque la mayor parte de estas sugerencias de lujo se centran en El Cairo, la visita a Egipto no sería completa sin conocer algunos de sus encantos naturales. Entre los más populares está el Ras Mohammed National Park, las islas de Tiran y Mahmya, las numerosas playas del Mar Rojo, el Monte Sinaí y muchos más. Pero tal vez poco conocidos pero muy especiales son el Desierto Blanco y el Oasis de Bahariya a unos 350 kilómetros de la capital. Desierto Blanco es uno de los parques naturales más sorprendentes de Egipto, ocupa un área de 3000 km. cuadrados, los yesos blancos formados por la acumulación de conchas que hubo en un antiguo fondo marino han sido erosionados por el viento durante milenios hasta formar caprichosas formas que recuerdan animales, hongos, esfinges o caras. Un lugar fantasmagórico que según cuenta la leyenda fue el reino del rey Hinnis. No muy lejos está el Oasis de Bahariya y el valle de las momias. El oasis tuvo una gran importancia en el pasado como lugar de paso de las rutas caravaneras que unían el valle del Nilo con Libia. Las tumbas de la necrópolis de Qaret Qasr es-Selim, decoradas con bellas escenas funerarias, lo confirman. Los habitantes de Bahariya siempre supieron que bajo sus pies habitaban extraños seres –tal vez jinns– que, de vez en cuando, les recordaban su silenciosa existencia cuando un burro hundía una pata sobre una antigua galería subterránea. Asimismo, durante la época grecorromana el oasis tuvo una gran importancia como productor de vino, aceite y cereales, tal y como la atestiguan los centenares de momias intactas encontradas en el Valle de las Momias de Oro por parte de un equipo de arqueólogos egipcios, en 1996. Al sur del oasis el suelo adquiere una tonalidad oscura a causa de la presencia de minerales como el hierro y el manganeso. Allí se esconde el minúsculo Templo de Alejandro Magno, el único templo que erigió el rey macedonio en territorio egipcio, probablemente cuando éste regresaba del oasis de Siwa. Civitatis propone una excursión de dos o tres días desde 336 euros dependiendo el tamaño del grupo.
Más información: https://www.dunas-travel.com/