Tourism-Review señala que de todos los países de África del Norte, Marruecos es el único que “se mantiene a flote”. Otros países que en gran medida vivían del turismo antes de que estallara la denominada ‘primavera árabe’, como Túnez y Egipto, se han hundido y les va a costar recuperarse económicamente. La situación es especialmente grave en Egipto, donde la inestabilidad política afecta gravemente al sector turístico. Aunque Túnez está en mejor situación política, sobre todo desde que aprobó una nueva Constitución, el turismo extranjero todavía no ha vuelto en masa a este pequeño país norteafricano.
La temporada de verano en el año 2013 fue muy mala en materia turística para Egipto y Túnez y buena para Marruecos. El primer trimestre de 2014 también fue negativo para Egipto y Túnez. Según un informe del Ministerio de Turismo marroquí, el año pasado, el sector turístico en Marruecos creó el 8,6% de la riqueza nacional. En 2014, los expertos de World Travel & Tourism anuncian que los ingresos por turismo crecerán un 8,1% y la Oficina Nacional Marroquí de Turismo asegura que el país recibirá este año a más de 11 millones de turistas. Hace tan sólo una década Marruecos acogía a unos 4 millones de turistas al año. Una pequeña potencia turística como Túnez, en 2010, recibió un número de visitantes extranjeros de unos 7 millones de personas, y ese año el turismo representó el 7% del Producto Interior Bruto (PIB) del país. Los expertos auguran para Túnez unos resultados más mediocres en 2014.
El turismo español es el segundo mercado emisor más importante para Marruecos, con 730.000 viajeros en 2012. Pero el Gobierno marroquí confía en doblar esa cifra en 2020. Los responsables marroquíes del sector consideran que la estrategia para el mercado español es prioritaria y su objetivo es que el turismo español adelante al francés. El principal destino turístico de los españoles en Marruecos es Marrakech y las ciudades emisoras más importantes son Madrid y Barcelona. El nuevo objetivo es incrementar el turismo procedente de las Islas Baleares, Galicia y, sobre todo, Andalucía debido a la proximidad de las relaciones históricas y culturales que unen Marruecos con esta comunidad autónoma española. Respecto al posible impacto de la tasa que Marruecos comenzó a aplicar a las compañías aéreas el pasado mes de abril, el Ministerio de Turismo asegura que este aumento apenas supondrá 9 euros sumados a la tarifa del billete de avión. Un turista extranjero que visita Marruecos gasta entre 700 y 1.000 euros, de modo que estos 9 euros son “insignificantes”, según Rabat. Esta tasa tiene como objetivo recaudar dinero que se destinará a un fondo solidario para obras sociales.
