Después de haber estudiado a los países próximos, en un radio no superior a 1 hora y media de vuelo, me decanto por dos de ellos. En primer lugar Marruecos y en segunda posición, pero quizás con mayor idoneidad para Canarias: Senegal. Evidentemente no será un trabajo sencillo porque habrá que introducirse muy respetuosamente. Para ello me he desplazado hasta allí para conocerlo un poco más, y mi impresión es altamente positiva. La imagen que me había compuesto, se basaba en el amplio conocimiento de su vecino: Mauritania, donde la situación política, social y económica sigue siendo decadente y el tiempo no la mejora, por desgracia para todos. Entendía que al ser ambos de cepas francófonas, con tendencia religiosa análoga y al estar este último más al sur y por lo tanto más alejado de Europa su situación podía ser más caótica. Me equivoqué. Senegal funciona a su ritmo, que no es malo. Los índices de seguridad en general son muy positivos y el pueblo tiene ganas de progresar en su territorio. No me decanto por Cabo Verde por ser un archipiélago con los mismos hándicap que Canarias pero a 2 horas más lejos desde Europa en avión. El desarrollo turístico de Cavo Verde es verdaderamente complicado ya que es un país, casi de largo recorrido desde la Europa emisora de turistas. Por lo tanto los estudios me hacen optar por Senegal. Indiscutiblemente hay mucho trabajo que realizar para el desarrollo y penetración económica de Canarias en África. Pero tengo claro que nuestro archipiélago es el puente natural de unión entre Europa y África. Y desgraciadamente esto todavía no lo hemos sabido vender adecuadamente. Somos nosotros los europeos más cercanos al continente africano y no otros.
El éxito de este país se puede atribuir a una combinación de los siguientes factores: el primero y el más importante es la relativa estabilidad política y social, de hecho, nunca ha sufrido una guerra civil, ni enfrentamientos étnicos, tan habituales en el resto del continente. Ello ha contribuido a atraer interesantes apoyos financieros. Y por último, una provechosa gestión económica que está avalada por parámetros comparativos internacionales. La economía de Senegal es libre, y ocupa la posición 91 entre las economías más libres del mundo. Todo esto ha sido debido a unos profundos programas de reformas económicas con apoyo de la comunidad de donantes internacionales que se inició a principios de los años noventa. Esta reforma se comenzó con una devaluación de 50% de su moneda y el desmantelamiento gubernamental de los precios y los subsidios, lo que acarreó que el PIB anual comenzara a crecer por encima del 5%, entre 1995 y 2004, reduciéndose la inflación a la mitad. Como miembro de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental, mantiene un programa de integración económica regional que establece unas medidas parciales de libre circulación de productos con los países miembros, y una política monetaria muy estable. No obstante, el país sigue dependiendo de los donantes internacionales y está bajo el control del programa del Fondo Monetario Internacional para la ayuda a los países más pobres, beneficiándose de la condonación de dos tercios de la deuda externa siempre y cuando mantenga el plan de liberalización.
Sus principales proveedores son: Francia, Nigeria y Brasil (¿dónde está España…?) y los producto esenciales que se le suministran son: petróleo, alimentos y bebidas, y bienes de capital. Menos el oro negro, de los restantes, nuestro país tendría que estar en primera posición. La estructura del PIB se divide en: 1.- Agricultura, Silvicultura y Pesca: 18,3%. 2.- Industria y construcción: 19,2%. 3.-Sector servicios: 62,5%. ¡Cuánto podemos aportar!
Dentro de su balance negativo su índice de corrupción aun es alto, su tasa de desempleados también y tiene un elevado porcentaje de población por debajo del nivel de pobreza, aunque se ha reducido en la última década en un 10%. A pasar de todo, posee innatamente todos los ingredientes necesarios para hacer un buen guiso, solo les falta ayuda para ello, porque cocineros los tienen muy buenos. Senegal acoge a 12,5 millones de habitantes, una cantidad perfecta para que se convierta, con políticas eficientes y progresistas, en país líder referente de esa región del mundo.
Los esfuerzos por mejorar las condiciones básicas de vida de la población también están dando sus frutos: ha aumentado la asistencia escolar al igual que las tasas de vacunación, y la desnutrición disminuyó en las regiones tomadas como objetivo. La agricultura sigue siendo el sector que más ocupados tiene aunque sufre una grave desorganización estructural (en el que podemos aportar mucho). La enseñanza es pública y gratuita y están haciendo un gran esfuerzo aunque hay tiene falta de recursos y medios. Tenemos claro que el desarrollo de un país pasa por la educación como prioridad 1 y la sanidad prioridad 2. La sanidad es pública pero en general aun muy primaria y los medicamentos no están al alcance de todos.
Con todos estos indicadores desde Canarias debemos adentrarnos económicamente con seriedad creando un binomio donde se beneficien todas las partes y se cree riqueza. Es obvio, que necesitan mucha ayuda técnica (en el amplio sentido de la palabra) y desde Canarias estamos capacitados para dársela, somos Europa en África, poseemos el máximo desarrollo de la zona y estamos a tiro de piedra. Ahora tenemos que ser capaces de entrar social y económicamente con formalidad, ya que hasta la fecha, en general no lo hemos conseguido adecuadamente.
Turísticamente desde hace pocos años se ha convertido en uno de los destinos por excelencia de África. Un país tropical que destaca por la belleza natural de sus playas; por la exuberancia de su vegetación y por la vitalidad de sus ciudades. Pero en este negocio, si bien las entradas de turistas han crecido en este último lustro, lo cierto es que los ingresos por turista están estancados ya que en este asunto del cual nosotros sabemos mucho, ellos están muy perdidos.