El deporte, como elemento cultural, es un fenómeno que, junto al turismo, resurge en los momentos de crisis con las grandes competiciones, desarrollando un importante papel en la población y sostenibilidad del entorno, reactivando su economía.
La habilidad que comporta el deporte y el turismo, está en soportar todo tipo de adversidades permitiendo estudiar la respuesta o retroalimentación, tanto de los participantes como de los asistentes. Pero en un momento de aceleración económica e incremento de los ingresos turísticos, como el actual, aflora el turismo sensitivo y sensorial (TSS), también de la mano del deporte de alta competición, albergando la gran alternativa esperada para nuestra isla. ¿Sabremos aprovecharlo? Garantizo que consolidará y equilibrará el destino.
Se trata de una forma, innovadora, al vivir la impronta de una experiencia inolvidable a través de sus cinco sentidos, no reflejado en las encuestas de satisfacción del turista, como la de cumplir con sus expectativas, sensoriales y sensitiva, no cubiertas. La respuesta está en la no repetición. Más del 10% se van de la isla sin cumplir sus objetivos.
El turista que pertenece a este segmento vacacional; no es precisamente pasivo, como lo es el turismo de masas.
Mientras el primero elige una nueva fórmula vacacional, convirtiéndose en creador de experiencias y sensaciones; pues introduce en su programa vacacional, la acción, la participación activa, desde la realización y el consumo total del producto; el segundo es el de sol y playa, más sedentario.
Así pues la oferta de turismo deportivo, también, ofrece grandes beneficios no sólo al deportista, no digamos al comercio insular, como respuesta a sus expectativas motivacionales.
De una enorme trascendencia social y económica, el deporte crea empleo, genera una gran inversión, aporta imagen al destino y representa un valor añadido para la oferta de ocio en las zonas donde se desarrollan, como escribe Reverter, J.
Los aficionados recorren o se desplazan, millas o kilómetros, para ver su evento deportivo favorito. ¿Somos conscientes, aunque carecemos de ello, de ese elemento vertebrador necesario, para aumentar los eventos deportivos de nivel internacional y la afluencia de visitantes, puntuales, a la isla?
La Liga de Baseball, por ejemplo; instaurada en Europa, USA, e Iberoamérica; estaría interesada, no sólo en invertir, también en disfrutar del inmejorable clima, de nuestro destino turístico, Tenerife.
¿Para cuándo una Liga de Baseball (Béisbol) Internacional en nuestra isla?
El programa está en la mesa. También la inversión. ¡Ahora hay que activarla!