La compañía energética EDP, patrocinadora del Teatro EDP Gran Vía de Madrid, ha entregado los 14.285,75 kWh generados en las funciones de ‘¿Quién mató a Sherlock Holmes?’ y ‘Antoine’ a Cáritas y Cruz Roja Española.
be Urium la productora de ‘¿Quién mató a Sherlock Holmes?’ junto con la productora de ‘Antoine’, beon. Worldwide han seleccionado a estas dos ONG españolas como receptoras de la suma de kWh generados, que equivale al consumo de un vehículo eléctrico que recorra casi 100.000 kilómetros, durante las funciones de ambos musicales.
Desde la puesta en marcha del medidor del Teatro EDP Gran Vía en 2019, el público ha generado más de 200.000 kWh, lo que equivale a recorrer 1,4 millones de kilómetros con un vehículo eléctrico.
Cáritas centra sus esfuerzos en promover el desarrollo integral de las personas y los pueblos, especialmente de los más vulnerables y excluidos; por su parte, Cruz Roja es una institución de carácter voluntario y de interés público, con la misión exclusivamente humanitaria de proteger la vida y la dignidad de las víctimas de los conflictos armados y de otras situaciones de violencia, así como de prestarles asistencia.
El director de Ventas B2B de EDP España, Javier Flórez, señaló durante la entrega que: “en EDP nos gusta definirnos como la “energía de las personas” y estamos orgullosos de que toda la energía generada por el público en las funciones de estos dos espectáculos vayan a aportar su granito de arena a estas causas solidarias. Animamos a todo el mundo a disfrutar de la cultura segura en el Teatro EDP Gran Vía”.
Desde be Urium y beon. Worldwide confirman: “hemos puesto toda nuestra ilusión en estos proyectos y saber que la emoción que hemos generado con nuestros musicales en el público asistente se van a poder transformar en una donación destinada a proyectos tan sólidos como los que dirigen Cáritas y Cruz Roja Española, nos empuja seguir trabajando en esta dirección, la de generar emociones, ilusiones y experiencias”.
El Teatro EDP Gran Vía es el primero capaz de convertir la energía que generan las personas en la sala, a través de los sonidos producidos por las emociones (aplausos, vítores…), mediante un sistema que recoge la energía y la transforma en kilovatios hora. De esta forma, cada espectador se convierte en un generador de energía para compartir con los demás. El público puede conocer con exactitud los kWh generados tras cada función en las redes sociales y pantallas del teatro.
Todas las compañías o artistas que actúan en el Teatro EDP Gran Vía de Madrid seleccionan asociaciones u ONG a las que desean destinar la energía generada con sus representaciones.