Storytelling, o contar historias para generar emociones hacia la marca

Contar historias en un legado de nuestros ancestros. La tradición oral, la narración, tenía como propósito, entre otros, la transmisión de conocimiento y experiencias entre los individuos bien verbalmente, bien mediante canciones, cuentos o refranes. Uno de los elementos principales que se transmite es la identidad, cómo se concibe una comunidad con respecto a otras.

En la actualidad seguimos contando historias, historias que nos emocionan y que nos transportan más allá de nuestro entorno, que nos hacen volar, vivir experiencias antes incluso de tenerlas.

Hoy los estudios de neuromarketing indican que los datos y los argumentos solamente activan una parte de nuestro cerebro, pero las historias asociadas a las emociones lo activan notablemente, y lo que es más importante, se acomodan en nuestro corazón.

El storytelling no es otra cosa que la narración de historias: transmitir experiencias y conocimientos con el objeto de conectar emocionalmente nuestra marca con el mercado.

Su uso en la estrategia de marketing genera una serie de ventajas:

  1. El recuerdo

Las buenas historias son recordadas y llegan a formar parte de nuestro patrimonio emocional y si éstas además están asociadas o vinculadas a la marca, se crea una predisposición positiva hacia ellas.

  1. La confianza

Contar nuestra historia nos humaniza y nos aproxima al cliente, lo que genera confianza. Una confianza que hemos de guardar como el mayor de los tesoros, pues es uno de los grandes activos de una marca.

  1. Las emociones

Producir una emoción es generar una reacción y si esta reacción es positiva, se genera un sentimiento favorable hacia la marca.

  1. La difusión

Las historias que anidan en el corazón de los individuos son trasmitidas por ellos a terceros y esa expansión genera una comunidad de individuos afines y predispuestos hacia la marca.

 

Personalmente me gusta contar historias asociadas a las marcas haciendo uso de personajes ficticios (asociados a los Buyer Persona), que evocan a personas que he conocido, personas inspiradoras que me han dejado huella. Sobre estos personajes, a los que defino hasta el último detalle incluso con su nombre (normalmente el de la persona que me inspira), construyo una existencia llena de situaciones y detalles vinculados a la marca, el modo en que ésta le puede ayudar siempre que la necesite y qué es lo que le puede aportar.