La caída prevista de entre un 20% y un 30% podría traducirse en un declive de los ingresos por turismo internacional (exportaciones) de entre 300.000 y 450.000 millones de dólares de los EE.UU., casi un tercio del billón y medio de dólares alcanzado en 2019. Teniendo en cuenta las tendencias pasadas de los mercados, esto significaría que, debido a la COVID-19, se perdería el valor de entre cinco y siete años de crecimiento. Poniendo estos datos en contexto, la OMT observa que en 2009, tras la crisis económica mundial, las llegadas de turistas internacionales se redujeron un 4%, mientras que el brote de SRAS llevó a un declive de tan sol o el 0,4% en 2003.
El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, afirmó: «El turismo es uno de los sectores económicos más afectados. Sin embargo, el turismo está unido también para ayudar a afrontar esta inmensa emergencia sanitaria –nuestra absoluta prioridad–, a la vez que aúna fuerzas para mitigar el impacto de la crisis, especialmente en el empleo, y para apoyar unos esfuerzos de recuperación más amplios mediante la creación de empleo y el impulso al bienestar económico en todo el mundo»
Mitigación de daños y planificación para la recuperación
El turismo es uno de los sectores económicos más afectados. Sin embargo, el turismo está unido también para ayudar a afrontar esta inmensa emergencia sanitaria
El Sr. Pololikashvili añadió que, aunque es muy pronto para hacer una evaluación completa del posible impacto de la COVID-19 en el turismo, está claro que hay millones de puestos de trabajo en el sector que corren el riesgo de perderse. Alrededor del 80% del sector turístico está compuesto por pequeñas y medianas empresas (pymes), y el sector ha estado a la cabeza en la generación de empleo y otras oportunidades para mujeres, jóvenes y comunidades rurales.
Junto a esta nueva evaluación, la OMT hace hincapié en la resiliencia histórica del turismo y en su capacidad de crear empleo después de situaciones de crisis, a la vez que destaca la importancia de la cooperación internacional y de garantizar que el sector sea parte esencial de los esfuerzos de recuperación.
Desde el comienzo de la crisis actual, la OMT ha estado colaborando estrechamente con el sistema de las Naciones Unidas en su conjunto, y especialmente con la Organización Mundial de la Salud (OMS), para guiar al sector, difundiendo recomendaciones clave tanto para los líderes de máximo nivel como para los turistas particulares. Con el fin de consolidar y reforzar la respuesta, la Organización ha establecido un Comité Mundial de Crisis para el Turismo.