Acaba de recibir el Premio Amable del Turismo 2018, en su XXXIX edición, casi como colofón a una trayectoria que empezó hace más de 60 años "vendiendo higos chumbos" a lomos de un burro.
De aquel joven inquieto, natural de Tacoronte "muy humilde y sin estudios", pero con ímpetu, inteligencia y muchas ideas, surgió esta compañía que pronto traspasará a sus cuatro hijos y que heredarán el Costa Adeje Gran Hotel, de cinco estrellas; el Hotel Isabel y Fañabé Costa Sur, ambos de cuatro estrellas; los apartamentos Noelia Playa y el Victoria Suite Hotel, un cinco estrellas gran lujo sostenible y ecológico. Pero además, el holding lo componen empresas de logística, material de oficinas, deportes náuticos, prefabricados, nuevas tecnologías, una constructora y una correduría de seguros, entre otras.
Empezó sin dinero y sin estudios porque viene de una familia muy pobre, de pequeños agricultores, pero tenía claro lo que quería hacer: le gustaba mucho comerciar. Comprar a dos y vender a tres y se enganchó a esta dinámica que comenzó con penurias en 1952.
Su hermano Domingo y él estuvieron 50 años juntos. D. Fernando se dedicaba a vender verduras y frutas mientras su hermano trabajaba en las roturaciones de fincas. Como cada vez vendía más productos y le aconsejó que dejara su trabajo porque él ganaba más del doble y entre los dos podrían hacer una empresa más grande. Estuvieron juntos hasta 1998, cuando decidieron separarse. Fue un bendito acuerdo en el que repartieron las empresas sin mirar mucho cuáles se quedaba cada uno, ni si unas valían más que las otras o al revés. Todo fue muy sencillo: lo echaron a suertes lanzando una moneda al aire para ver quién escogía primero y el reparto lo hicieron en media hora en una ferretería que tienen en Tacoronte. Entre ellos nunca hubo problemas ni los hay ahora, de hecho entre Fedola y el grupo que dirige su hermano, Dofela, mantienen excelentes relaciones comerciales.
