Una herramienta esencial para estudiar las páginas y saber cuántos viajeros las visitan, de dónde proceden, qué les convence para mantenerse en las mismas y finalmente conocer si la información que obtienen se convierte en reserva, es la analítica web.
En la analítica web aplicada al sector turístico no hay medidas para el turismo básicas que sirvan igual para todos los agentes implicados en el mismo, según explicaron los expertos en analítica y marketing online Gemma Muñoz y Tristán Elósegui, en un encuentro organizado por el portal de turismo rural Clubural, dentro de los denominados Geek Travel Trends.
Gemma Muñoz y Tristán Elósegui coincidieron en destacar que hay que medir lo que a cada empresa o administración le es de interés, teniendo en cuenta que la analítica web debe dar respuesta a tres puntos clave:
- Captar: la fase de captación, cuántos usuarios llegan y de qué páginas provienen.
- Convencer: el convencimiento, aquí se ha de tener en cuenta qué sitios web consiguen mantener su interés y por qué páginas deciden seguir navegando
- Convertir: que se traduce en conocer cuántos viajeros transforman la fase previa de información en reserva y si la realizan online.
Ver cómo aumentan las visitas no es suficiente hay que ir un paso más allá. “Se tiene que desayunar con datos”, afirmó Gemma Muñoz. Es decir, es ventajoso conocer el comportamiento del consumidor.
Una información útil que proporcionará las herramientas necesarias al empresario o al destino para diseñar estrategias comerciales destinadas a mejorar la rentabilidad de sus inversiones en la red.
La analítica web brinda la posibilidad de saber los pasos que da elturista para encontrar inspiración y reservar su viaje, su alojamiento o una actividad. Se puede estudiar cómo se desarrolla su interés y si se consigue fidelizarlo. “Retener es mucho más baratos que captar”, señaló la experta.
Por su parte, Tristán Elósegui indicó, además, que observar “qué pasa en mi web, cuáles son mis puntos débiles o fuertes permitirá tener una información muy útil para tomar decisiones con las que mejorar.
Todo se puede medir pero hay que saber qué interesa en cada momento, “no es lo mismo analizar los datos de Navidad, que de Semana Santa o verano”, afirmaron.