Habitualmente ha venido aumentando con moderación el número de turistas. Es evidente la importancia estratégica de este sector, constatado en los ingresos que proporciona en función de la mano de obra que ocupa y en los efectos multiplicadores que repercute en varias áreas, y que han llevado a los agentes económicos, en función de la competencia internacional, a adoptar un conjunto de medidas dinamizadoras.
Esta nueva estrategia turística, los equipamientos e infraestructuras más modernas están demostrando la vocación del país para con el turismo, por lo que éste ha experimentado un suave crecimiento durante los últimos años, transformándose en un sector que representa el 10% del empleo y en el 11% del Producto Bruto Interno.
Actualmente se posiciona en el 34º lugar en el ranking mundial de los principales destinos turísticos y en la posición 25ª en base a sus ingresos por turismo. Con estos datos se evidencia que en Portugal está casi todo por hacer en esta materia, como consecuencia de encontrarse junto a dos de los países más importantes del planeta, como son Francia (1º -83 millones de turistas) y España (3º -65 millones de turistas). Y en un radio de acción excelente para atraer a los principales mercados emisores europeos donde se mueven anualmente 500 millones de compradores de vacaciones.
Es obvio que Portugal quiere pero no ha sabido potenciar y gestionar adecuadamente este negocio, que continua marcando una pauta de constante crecimiento a nivel internacional. Para 2020 las previsiones de la OMT cifran este negocio en 1.500 millones de movimientos de extranjeros. Es obvio que el éxito puede estar casi garantizado.
Los estudios son reveladores y nos muestran que hay que afinar aún más la estrategia turística y responder mucho mejor a las expectativas de los visitantes.
Haciendo una simple radiografía del último sexenio. Durante 2008 recibió 7 millones de turistas y el país ingresó por este concepto 10.943 millones de dólares, seguidamente experimenta un destacado descenso en 2009 que decrece hasta los 9.650 millones en ingresos, conjuntamente con la llegada de 6,4 millones de turistas. A partir de 2010 comienza una lenta mejoría ingresando 10.615 millones de dólares y con 6,7 millones de turistas. Todavía muy por debajo de las cifras del año 2008. En 2011 se inicia la recuperación llegando a 7,2 millones, 2012 lo visitan 7,5 millones, 2013 obtiene 8 millones y el pasado año 2014 rozó los 9 millones de turistas.
Para establecer una simple comparación que sirva de referente, las Islas Canarias un territorio muy pequeño de un país, recibe sin duda aun más turistas que todo Portugal durante un año.
Esto evidencia que las estrategias que se han puesto en practica no son las más adecuadas, cuando podrían tener cifras muy superiores por ser un país que dispone de innumerables atractivos, los que sin duda bien gestionados, serian un claro y determinante reclamo para el destino.
El 78% de las pernoctaciones continúan estando concentradas en las tres principales zonas turísticas: Algarve, Madeira y Lisboa.
Como conclusión las autoridades y los empresarios deben de plantearse que el sector continua evolucionando positivamente a nivel mundial y que el futuro crecimiento turístico de Portugal estará en función y dado el nuevo perfil de los turistas, en diseñar y acometer nuevas estrategias, en un territorio rico turísticamente.