Cataratas de Niágara (Trueno de Agua)
Al Noreste de Estados Unidos y haciendo frontera con Canadá se encuentran múltiples cascadas que el río Niágara- con una longitud de 56 km y que une el lago Erie con el Ontario- arroja con furia en forma de imponentes saltos de más de 50 m. de altitud.
Los iroqueses llamaban a la cascada “trueno de agua”, y el nombre del río Niágara procede de los indígenas niagagarega que habitaban la zona desde tiempos inmemoriales. Los primeros colonizadores europeos, que llegaron a finales del siglo XV, fueron los españoles y los portugueses; más tarde fueron apareciendo ingleses, holandeses, rusos etc. ya en los siglos XVII y XVIII. Parece ser que el sacerdote francés Heneppin fue el primero que escribió un informe sobre una expedición realizada en aquella zona en 1678, destacando aquel prodigio de la naturaleza, que causó gran sensación en los medios más influyentes propiciando la multiplicación de los viajes al lugar desde todos los lugares del mundo tanto de tipo profesional como meramente turístico. El padre Louis Hennepin hizo esta descripción: “una vasta y prodigiosa cadencia de agua”. Charles Dickens escribió:” me pareció que me levantaba de la tierra y miraba al cielo”.
En 1804 el hermano menor de Napoleón Bonaparte -Jerome- se casó con una estadounidense y pasó su luna de miel en las cataratas. Desde esa fecha se puso de moda y cientos de parejas de todo el mundo acuden a las Catarata a celebrar su viaje de novios.
La primera vez que vi las Cataratas del Niágara fue en el año 1971. Me llevó un matrimonio amigo desde Nueva York ( a 650 km de distancia). Era verano y las aguas estaban en pleno esplendor luciendo su inmensa fuerza y ofreciendo un espectáculo de majestuosidad y armonía del que no se podía apartar la vista. En 1989 volví de nuevo al lugar acompañada de mis hermanas y mi amiga Amparo. Era invierno y estaban congeladas. La sensación de belleza no era menos intensa. Diferente pero hermosa. Los témpanos estáticos nos contemplaban mostrando sus caprichosas formas en un escenario fantasmagórico y alucinante. No pude evitar la evocación del film que más contribuyó a la popularización de las cataratas en todo el mundo. En 1953 la película “Niágara” irrumpía en todos los cines del mundo dirigida por Henry Hathaway y protagonizada por la explosiva Marilyn Monroe y el inquietante Joseph Cotten. Si ya el lugar gozaba de admiradores en todo el mundo, a raíz de la proyección de esta película los viajes se multiplicaron. Además de este emblemático film, en los alrededores se han grabado escenas de “Piratas del Caribe”, Supermán II”,”Tortugas Ninja”, etc.
Este impresionante escenario ha tentado a magos, equilibristas y buscadores de fortuna en todo el mundo ávidos de lograr récords o de saltar a la fama. En 1990 el mago David Copperfield saltó atado y encerrado en un sarcófago desde el punto más alto, pero a los pocos minutos se dejó ver desde un helicóptero por encima de las cataratas. Nunca se revelo este misterio. Otros han intentado la aventura del peligroso salto con desigual suerte. Los menos han sobrevivido.