Bellagio, la antesala al cielo
Una vez más y no me importa las veces que tenga que repetir, me voy a disfrutar de Italia, uno de los grandes territorios que siempre hay que tener en la agenda. Abarrotado de arte, cultura, historia, comer y beber, naturaleza, lagos, montañas, termas, deporte, aventura y belleza plena, repleta de grandes dosis de sosiego. En esta ocasión iré al norte verdadero.
Como ya me estoy cansando de los engaños de las compañías de bajo coste y sobre todo de Ryanair; que a priori todo es muy económico, pero luego hay que sumar y sumar y al final es más costoso e incómodo, volaré desde Tenerife en una compañía aérea tradicional hasta el aeropuerto de Malpensa.
Es mediados de octubre y comienza a refrescar, aunque tendré unos días espléndidos y no habrá ni opción de usar el abrigo. En el aeropuerto me está esperando mi transfer para trasladarme al hechizante Lago de Como fondeado en la próspera región de Lombardía. Este es el verdadero lugar para enamorarte y saborear la vida a sorbitos para que no se acabe nunca… Espacio repleto de sinfonías de paz, luz y divinidad. Me traslado por sinuosas y estrechas carreteras que van serpenteando el lago tornasol; donde se encuentran, quizás, las villas más bellas del planeta y los hombres y mujeres más influyentes que decidieron construir aquí sus residencias.
El lago está repleto y salpicado de pueblecitos de ensueño que son también populares por sus huéspedes célebres como: George Clooney, Madonna, Matt Bellamy (vocalista del grupo Muse), etc. Y en otras épocas: Plinio, Leonardo da Vinci, Napoleón Bonaparte, Stendhal, Franz Liszt, Giuseppe Verdi, Vincenzo Bellini, Gioacchino Rossini, Winston Churchill...
Además ha sido escenario de los rodajes de películas como: El ataque de los Clones, Ocean's Twelve, James Bond en Casino Royale, El otro hombre... No cabe duda de que este lago es un imán colmado de embrujo.
En sus orillas mansas hay una selecta colección de pequeños enclaves deliciosos Pero hoy voy a elegir el más sublime para convertirlo en mi cuartel general durante unos días y cargarme de la mejor energía que va a penetrar por mis poros.
Bellagio es la ubicación idónea para quedarse el resto de la vida. Se puede llegar por carretera, pero lo suyo es hacerlo en barco y admirar al llegar cómo el pueblo se mantiene como en un complejo equilibrio; entre la orilla donde crecen cipreses, pinos, vides, olivos y la empinada ladera pintada de castaños, hayas y nogales con salpicaduras de rosas, hortensias, narcisos y perfumando con mil fragancias… Bellagio es una paleta de pintor. Su vegetación tan exuberante es favorecida por su clima templado y agradable. Desde el barco nos daremos cuenta de que estamos llegando a un lugar excepcional: fachadas de viviendas con cálidas gamas de tonos pastel y arropadas por enredaderas; callejuelas empedradas y escalonadas que llevan al pueblo colina arriba…
Bellagio fue lugar de residencia de patricios romanos y sucesivamente de nobles familias lombardas que edificaron aquí sus fastuosas mansiones, lugar que cautivó a poetas y escritores de todo el mundo.
Para alojarme, el Grand Hotel Villa Serbelloni es uno de los hoteles más antiguos y elegantes. Sus salones y el gran jardín acariciando el lago ofrecen la posibilidad de vivir una experiencia lejos de la muchedumbre y cerca de la naturaleza. Los amantes de la quietud podrán alternar el deleite de una copa observando los mil matices del lago y disfrutar a la vez de su Spa. Pero también podrán salir desde el muelle privado del hotel para dar un paseo al atardecer en su lancha. Es desde hace más de cien años, uno de los hoteles de mayor prestigio del mundo. En su interior refleja el buen gusto con el que a la nobleza de esa época le gustaba rodearse. En él se han alojado los soberanos de España, de Rumanía, de Albania, de Egipto; la nobleza, rusa e inglesa; Sir Winston Churchill, Roosevelt, los Rothschild, J. F. Kennedy; Mary Pickford, Douglas Fairbanks, Maria Schell, Clarck Gable, Robert Mitchum, Al Pacino...
No se pierda visitar sus espectaculares villas, jardines, museos, iglesias y basílicas. Le recomiendo hacer algunas excursiones a pie o practicar algunos deportes en el Lago, como yo disfruté del Kayak.
Otra de las pocas cosas que tengo claro, es el que la cocina Italia se encuentra entre las tres mejores del mundo. Y no se debe de perder ésta tan particular íntimamente ligada al lago: arroz con filetes de perca, sarras, aburnos “en escabeche”, alosas lacuestres disecadas, truchas...
Bellagio es la perla del Lago Como y te invito a que la descubras por ti mismo.