El Fielato sede del CIT de Santa Cruz de Tenerife
El edificio, considerado ya parte del Patrimonio Histórico de Santa Cruz, encierra el pasado de la ciudad, un ayer que muestra, aún, su arquitectura, intacta a través de los años, hasta tal punto que una vez allí, uno se traslada en el tiempo, cuando lecheras, estudiantes, turistas y un sinfín de isleños se beneficiaban de sus servicios.
En la, también hoy, llamada Vuelta de Los Pájaros, se encontraba la instalación donde se depositaba el material del tranvía que tantos pasajeros y mercancías transportó. Justo en ese lugar se hacía el cambio del citado transporte. En el mes de marzo de 1901, el tranvía eléctrico hizo su primera ruta. Durante el recorrido de ensayo, paró en la estación de dicho Fielato, (según el diccionario de la Real Academia Española es una oficina a la entrada de las poblaciones en la cual se pagaban los derechos de consumo), sede actual del CIT, pues ésta sería una de las paradas obligatorias.
El trayecto que realizaba este revolucionario medio de transporte del ayer, partía de la Plaza de la Candelaria de Santa Cruz de Tenerife para dirigirse, a través de la Cuesta, a la ciudad de La Laguna.
Los tinerfeños agradecieron su puesta en marcha, ya que agilizaría el transporte entre ciudades, sobre todo, las vendedoras de leche que transportaban el producto en sus cestas de un lugar a otro, y que, al igual que otros usuarios, no tendrían que utilizar más carretas tiradas por animales, en el mejor de los casos, así evitaban andar muchos kilómetros.
El edificio, considerado ya parte del Patrimonio Histórico de Santa Cruz, encierra el pasado de la ciudad, un ayer que muestra, aún, su arquitectura, intacta a través de los años, hasta tal punto que una vez allí, uno se traslada en el tiempo, cuando lecheras, estudiantes, turistas y un sinfín de isleños se beneficiaban de sus servicios.
En 1927, el Cabildo Insular de Tenerife adquirió el tranvía y años más tarde, la actual sede del CIT, se transformó en el, popularmente denominado Fielato, lugar destinado al cobro de impuestos de entrada al Municipio de Santa Cruz. Así fue hasta principios de la década de los 60, fecha en la que se destinaron sus dependencias al Real Automóvil Club.
Por entonces, se palpaba desasosiego en el ambiente turístico, pero aún se abrían puertas a la esperanza. Alientos para el futuro inmediato como el PIT o la buena disposición de Ernesto Rumeu de Armas, por entonces, alcalde de Santa Cruz de Tenerife, quien no dudó en ceder a finales de la década de los 60 al CIT el antiguo fielato que, aunque en estado ruinoso, llenó de ilusión a sus miembros que, por fin, podrían contar con una sede social fija. Así que no pararon hasta verlo convertido en flamante chalet. Posteriormente se reformo de manos de Mr. James Velkov, Presidente de honor del CIT y promotor de las zonas residenciales de Tabaiba y Guajara, costeó la restauración con la colaboración del socio protector Disa que donó la pintura y así, el día 24 de mayo de 1973, la obra se encontró total y perfectamente acabada: se habían reparado los pisos, el pavimento de la terraza, los peldaños, paredes, cañizo, tejas, pilares...Se enlució con cemento, se levantó un tabique de 15 m. en jardinerías y se impermeabilizó. Labores de carpintería, fontanería e instalaciones eléctricas, conformaron rápidamente el lugar en el que se gestarían muchas de las mejores ideas que se han llevado a la práctica en Canarias.
La báscula, que estuvo durante tanto tiempo instalada en el edificio del antiguo fielato, se entregó al encargado del depósito municipal, así lo refleja un comunicado que recibió la empresa Proyectos Insulares S.A.
Fielato era el nombre popular que recibían las casetas de cobro de los arbitrios y tasas municipales sobre el tráfico de mercancías, aunque su nombre oficial era el de estación sanitaria, ya que aparte de su función recaudatoria servían para ejercer un cierto control sanitario sobre los alimentos que entraban en las ciudades. El término fielato procede del fiel o balanza que se usaba para el pesaje.
En el Diccionario de la Administración Española en el apartado referente a la contribución de consumos, se recogen una serie de artículos para el correcto funcionamiento de los fielatos:
- Art. 37. Los fielatos serán abiertos a la salida del sol y cerrados a la puesta del mismo.
- Art. 41. Los fielatos centrales reconocerán y adeudarán las especies que concurran a ellos al tiempo de entrar y salir de los mismos.
- Art. 42: Donde no existan fielatos exteriores deberán establecerse uno o más interiores según lo exijan las conveniencias del servicio.
- Art. 45: Donde sólo existan fielatos interiores, la circulación de especies para dirigirse a ellos, sólo podrá verificarse por las calles designadas al efecto con marcas o rótulos visibles.
Actualmente los fielatos han sido sustituidos por otros mecanismos con los que el Estado puede controlar la fiscalidad y la sanidad de los alimentos.